Beau DeMayo, responsable creativo de la aclamada serie animada X-Men ’97, sigue siendo una figura polémica tras su abrupta y controvertida salida de Marvel Studios. Aun así, su nombre continúa muy ligado al futuro mutante, especialmente ahora que el debut de los X-Men en el Universo Cinematográfico de Marvel está cada vez más cercano, impulsado por el filtrado tercer tráiler de Avengers: Doomsday, que pone el foco en su legado.
En este contexto, DeMayo ha compartido públicamente varias páginas de lo que él mismo denomina su biblia creativa, un documento que recoge las bases narrativas y temáticas que, en su opinión, deberían definir cualquier adaptación de los X-Men, incluida una futura versión en acción real dentro del UCM.
Uno de los puntos más llamativos de su planteamiento es su postura firme respecto a Lobezno (Wolverine). Para DeMayo, Lobezno debería dejar de ser el centro absoluto del grupo y pasar a ocupar un papel secundario, alejándose del protagonismo excesivo que ha tenido durante décadas. Su intención era que cada temporada de X-Men ’97 girara en torno a un personaje distinto, dando espacio a historias más variadas y corales.
For those curious — these are the pages from my bible for #xmen97. You’ll see how Wolverine was listed from go as a C character. I’ll find the script I used to pitch to the head studio where I explicitly stated “This is not the Wolverine show. It’s time to move on.”
— Beau DeMayo (@BeauDemayo) December 28, 2025
I was… pic.twitter.com/JOmQpEvn66
De hecho, el creador llegó a detallar que una hipotética tercera temporada estaría centrada en Gambito y su recorrido durante La Era de Apocalipsis, donde lideraría una misión encargada por Magneto para localizar y robar el Cristal M’Krann. Este planteamiento sugería claramente que, al menos en su visión, Gambito no estaba realmente muerto, algo que muchos fans interpretaron como una declaración de intenciones sobre el futuro del personaje.
Las ideas de DeMayo también encontraron apoyo entre parte de los fans, especialmente por su empeño en evitar que la serie se convirtiera en otra historia de Lobezno. Su enfoque apostaba por recuperar la esencia clásica de los mutantes como un grupo de marginados que dependen del trabajo en equipo no solo para salvar al mundo, sino para sobrevivir emocionalmente en él. En su visión, a diferencia de otros equipos como los Vengadores o los Cuatro Fantásticos, los X-Men suelen ser culpados incluso cuando evitan catástrofes globales, lo que refuerza su necesidad de apoyarse mutuamente como una familia encontrada.
Para reforzar esta idea, DeMayo estructuró a los personajes en distintos equipos identificados por colores, cada uno con una función narrativa concreta. El llamado equipo dorado reunía a los personajes con mayor peso dramático y arcos principales a lo largo de la temporada, como Cíclope (Cyclops), Tormenta (Storm) y Magneto. El equipo azul incluía a figuras con subtramas más breves pero relevantes, entre ellas Jean Grey, Pícara (Rogue), el Profesor X, Morfo (Morph) y Cable. Por último, el equipo rojo estaba compuesto por personajes de apoyo destinados a enriquecer la trama general, como Gambito, Lobezno, Júbilo (Jubilee) y Bestia (Beast).
Este tipo de planteamiento, basado en el equilibrio del protagonismo, la narrativa coral y el énfasis en la identidad colectiva de los X-Men, es precisamente lo que muchos creen que el UCM debería adoptar para diferenciar su versión mutante de las películas anteriores. Aplicar estas ideas permitiría presentar a los X-Men como algo realmente nuevo, adaptado a una nueva generación y con una personalidad propia dentro del vasto Universo Cinematográfico de Marvel.




