[Crítica] Vengadores: Infinity War

Póster IMAX de Vengadores: Infinity War

Todas las películas de Marvel Studios son siempre esperadas con expectación por casi todo el mundo. Sin embargo, cuando revelas que un recorrido de 10 años con 18 películas a las espaldas ha llevado a un colofón final en Vengadores: Infinity War, las expectativas por la película se van por las nubes.

Al menos así iba yo a ver la tercera entrega de los Vengadores. Nunca antes había sentido semejante ansia por ver una película. Una gran fiesta de superhéroes con una escala épica y multitud de personajes sacados de los cómics, ¿puede haber algo más atractivo para un fan de Marvel? Los días antes de ver la película, me decía a mí mismo que bajara las expectativas, que si no estaba a la altura podía salir muy decepcionado de la sala. Pero, no había manera. Todo apuntaba a que el ejercicio de los hermanos Russo iba a ser la bestialidad de película que todos esperábamos. Y, pese a mis intentos, con esa idea fui a ver la película.

No pude salir más destrozado del cine. Y no, no porque no estuviera a la altura de lo esperado. Sino porque la carga emocional de esta entrega es superior a la de cualquier estreno anterior de Marvel Studios. La película es todo un viaje de acción y emociones de principio a fin. Sí, la película era la fiesta que nos prometían. Era el gran evento. El colofón final. Pero nunca imaginé que un tío enorme y púrpura fuera a irrumpir en esa fiesta implantando semejante miedo. Los niveles de épica de Vengadores: Infinity War no los hemos visto antes en una película de Marvel. De hecho, ninguna película previa de superhéroes se había atrevido a apuntar tan alto. Claro que, ninguna película anterior contaba con el Thanos de Josh Brolin.

Entre tantos personajes, es el Titán Loco el que marca el ritmo y se hace con la película. Y es que esta es su película. Thanos es, sin duda, el villano más interesante y mejor construido de todo el UCM. A pesar de ser un personaje generado por CGI, es más humano que todos los que hemos visto antes. Ahora bien, el hecho de que Thanos se posicione prácticamente como protagonista y  la cantidad de personajes que hay en la película condiciona que, tristemente, nuestros héroes tienen menos tiempo en pantalla del deseado. Pero es lo que toca. Verles más tiempo sería llevar el largometraje más allá de las 3 horas, por lo que este es el precio que hay que pagar. Aún así, si algo bueno tiene el UCM es que ya conocemos a los personajes y ya hemos conectado con ellos antes de empezar la película, por lo que hay héroes que no necesitan su propio arco ni siquiera. Desde luego, esto desemboca en que esta sea la película menos “vengadora” de las tres. Pero ojo, que esto no quiere decir que sea la peor ni mucho menos. Con el antecedente de Capitán América: Civil War está claro que el grupo ya no es lo que era. Sin embargo, nuestros héroes siguen ahí, tan dispuestos como siempre a salvar el mundo.

Cada escena entre los personajes, ya se conocieran antes o acaben de ser presentados, son pura gloria para los amantes del cómic. Uno echa la vista atrás y cuesta creer que hayamos llegado hasta aquí. Presenciar solo algunas de las interacciones que hay es justificación suficiente para echar una lagrimilla. El sentimiento de épica es constante durante toda la película, ya sea por ver lo que ha creado Marvel Studios, como por ver a algunos personajes en pantalla, o ver cómo se acerca el destino de los Vengadores y de todos los héroes. Si tengo que resumir mis estados durante la película, diría que variaban entre sonriente y boquiabierto. Eso sí, con poco tiempo para tomar aire.

Con esto no pretendo situar la película como la mejor de la historia, ni mucho menos. Si bien la sensación al salir de la sala es la de haber visto algo único y haber experimentado todo un viaje de emociones, según pasan las horas y se vuelve a la realidad uno puede sacar algún que otro fallo aquí y allá. Por supuesto, no es perfecta. Con un visionado también es complicado sacar un veredicto final al haber tanto que digerir y procesar. Pero, una cosa tengo clara: nunca una película de Marvel me ha hecho sentir y emocionarme como lo ha hecho esta. Hemos pasado del entretenimiento de calidad con altas dosis de humor y acción a otro nivel superior. Y lo peor de ver la película es que sabes que, por más veces que la vuelvas a ver, nunca la vas a disfrutar igual que la primera vez.

Para terminar, solo decir a aquellos que teman saber mucho de la historia debido a los tráilers e imágenes promocionales que no se preocupen. Marvel Studios se ha cubierto las espaldas y no es que solo nos hayan ocultado cosas de la película, sino que nos han vendido a traición otras que no son. Cualquier cosa es posible. Y más cuando tienes un Guantelete del Infinito. Por último, quedaos hasta el final, que hay una escena post-créditos seguida de una frase. Queráis ver la escena o no, los 8 minutos de créditos hasta entonces os vendrán muy bien para empezar a asimilar lo que acabáis de ver.