Kenneth Branagh habla sobre el humor y la humildad del dios Thor en su película

En una entrevista exclusiva con EW.com, el director de Thor, Kenneth Branagh, ha comentado sobre cómo ha sido aportar humor y humildad al personaje de Thor y al resto de dioses en la película de Marvel.

Estaba convencido de que cuando estuviese desarrollando esa parte estaría ambientada en la Tierra de hoy en día, y que esa era la forma correcta de hacerlo. Y con ese elemento fantástico pedimos a la gente que estuviera de acuerdo con eso, que solo había una forma de hacer que eso tuviera lugar y que le permitiera ser dramático y serio cuando fuera necesario, y era teniendo sentido del humor. La película nunca fue diseñada para ser portentosa o creerse muy importante. Quiero pasar un buen momento disfrutando las consecuencias del choque de culturas.

– Thor no tiene mucho sentido del humor sobre sí mismo, pero ¿qué es lo divertido de él?

Siembre sentimos que era una mina de oro para el material “pez fuera del agua”. Cuando reduces a un hombre que es arrogante por su temperamento, extremadamente opresivo y que solía hacer lo que le daba la gana, vestir como quería, um… de forma inusual, estás inmediatamente en una posición en la que tienes una fricción cómica. Es un tipo que continúa viviendo su propia realidad. En su mente, él aún es el príncipe del cosmos y hará lo que quiera. La gente de la Tierra que va a sus cosas y que pregunta tonterías es algo irrelevante.

– Todos sabemos que es un dios muy poderoso, pero esta película también le hace meter la pata. Su agresividad hace que lo destierren a la Tierra, algo que le disgusta. Tiene que probarse a sí mismo para volver a ser digno de su padre, pero eso es lo que está haciendo con el público también, ¿no?

Incluso en el caso de un dios, el público, paradójicamente, disfruta reconociendo los rasgos humanos. En el caso de Thor, estamos asombrados con sus poderes, pero creo que también mostramos sus emociones. Hay algunos defectos, algunas debilidades, rivalidades entre hermanos en el trabajo y enredos románticos. La forma de hacer a un dios atractivo es encontrar dónde conecta su experiencia con la humana.