[Crítica] Agents of S.H.I.E.L.D. 4×02 – Meet the New Boss

Póster Agents of S.H.I.E.L.D.

El segundo episodio de esta cuarta temporada de Agents of S.H.I.E.L.D. ha subido el nivel considerablemente respecto al estreno. Y aquí estamos una vez más para comentarlo.

Se cuecen muchas cosas de gran interés y por fin empezamos a percibir como se creará una alianza entre S.H.I.E.L.D. y el Motorista Fantasma (Ghost Rider). Sobre este último, gran atractivo de la nueva temporada, hemos podido aprender más en este nuevo episodio. Aunque se echó en falta algo de acción y de llamas por su parte, ya podemos negar uno de los grandes temores que levantó el personaje cuando se anunció su presencia en la serie: el Motorista Fantasma no es Inhumano. Dicho esto, no solo nos llevamos esa satisfacción, sino que empezamos a ahondar en las profundidades de su origen. Ya hemos tenido una primera mención al diablo y al Libro de los Pecados o Darkhold. Y el hecho de que esos fantasmas estuvieran capturados en las cajas desde hace años, nos hace sospechar que Robbie Reyes no es el primer Motorista Fantasma. Siguiendo el hilo de lo sobrenatural, la serie siempre cumple con sus conexiones a las películas, y parece que las de Doctor Strange (Doctor Extraño) están dejándose ver desde ya. Muchas ganas de ver cómo exploran esta nueva vertiente más mística en la serie.

Afortunadamente, para eso están también nuestros Agentes. El primer contacto con el Motorista (qué raro se me hace llamar así a un tío que va en coche) no se ha hecho esperar, y Mack y Fitz ya han visto la calavera llameante, lo cual nos llevará inevitablemente a la intervención de S.H.I.E.L.D. Eso sí, el dilema sigue abierto: ¿es el Motorista bueno o malo? Parece que a Daisy la duda no la va a hacer detenerse y está dispuesta a indagar sobre el contenido de esas cajas tan raras con la ayuda del cabeza de cerilla (ah no, ese era otro). Al menos, Coulson y compañía ya tienen excusa para ir tras Daisy.

Aunque el nuevo director no se lo pondrá fácil. Esta moderna versión de Jeffrey Mace, el Patriota clásico de los cómics, nos es presentada como un Inhumano que se ha erigido como la nueva cabeza visible de S.H.I.E.L.D. Y es precisamente su condición de mejorado lo que le ha llevado a su puesto, en un intento de demostrar que ambas razas pueden llevarse bien. Este es un recurso muy utilizado en los cómics (sobre todo en lo referente a los mutantes) y que podemos ver hoy en día en la serie Imposibles Vengadores (Uncanny Avengers). Aun así, parece que muchos misterios nos aguardan en lo que respecta al nuevo director y su pasado con Coulson, a quien parece conocer muy bien.

¿Y qué tenemos en el horno para los próximos capítulos? Descubrir más sobre el pasado de Robbi Reyes y esos fantasmas (¿alguna idea de quienes pueden ser, queridos lectores?) con la ayuda de Daisy, ver qué cartas toma S.H.I.E.L.D. en el asunto, qué más podemos esperar de AIDA después de no aparecer en este episodio, y ver qué será de Melinda May. Muchas cositas de interés y que han hecho de este capítulo uno muy entretenido que nos deja con ganas de mucho más. Si hay que ponerle un fallo, sería la falta de acción. Pero aún nos queda mucha temporada por delante.

PD: pon un hacha-escopeta en tu vida.