[Crítica] X-Men: Apocalipsis

Póster de X-Men: Apocalipsis

Fox lo ha vuelto a hacer. Y aquí podríamos dejar nuestra reseña, pero ya que estamos, explicaremos  un poquito más porque X-Men: Apocalipsis es otra película más de los X-Men como las que ya hemos visto. La película no es mala, para nada, es una película más que decente con geniales momentos y guiños a los fans. Pero, simplemente, no sorprende. En un año lleno de originalidad en lo que a pelis de superhéroes se refiere (DeadpoolBatman v Superman: El Amanecer de la JusticiaCapitán América: Civil WarSuicide SquadDoctor Strange) Bryan Singer ha optado por hacer una película heroica al uso. Bien contada, con su buenas dosis de acción y unos cuantos puntos de comedia. Vamos, lo estándar. Pero si queréis saber qué más esperar, seguid leyendo lo mejor y lo peor de la película, sin spoilers.

Lo mejor

A pesar de seguir una estructura típica de película de superhéroes, la cinta goza de unas cuantas virtudes. Para empezar, la escena de inicio sobre los orígenes del nuevo villano, Apocalipsis, es sencillamente espectacular. Toda la primera parte de la película, en general, presenta bastante calidad, con un arco para el villano que transcurre de forma sencilla y lineal. Vemos, también, a un Magneto como nunca habíamos visto antes en las películas de la franquicia, algo que sorprenderá para bien a muchos. Y, una vez más, se juega con la ambigüedad moral de este personaje, que nunca llegará a ser malo ni bueno. En cambio, su viejo amigo Charles Xavier se muestra más positivo que nunca en esta entrega. La aproximación del buen profesor en esta ocasión es más cercana a la de los cómics, adquiriendo ya casi ese papel de padre de los mutantes. Porque su mansión vuelve a estar repleta de jóvenes que intentan aprender a controlar sus dones, y entre estos jóvenes encontramos otros tres grandes aciertos. En primer lugar, la nueva versión del Rondador Nocturno (Nightcrawler) es bastante fiel al cómic y aporta un contrapunto cómico muy adecuado. Pero lo mejor se lo llevan Jean Grey y Scott Summers. Una vez más volvemos a ver a estos dos mutantes juntos en pantalla, con nuevos rostros, eso sí. Y la verdad es que ambos tienen más protagonismo del esperado, y eso es un acierto. Los dos personajes están muy bien llevados, sin ser los protagonistas pero sin caer en el apartado de secundarios. Ambos disfrutan de grandes momentos y nos dejan con muy buenas sensaciones para el porvenir de la saga.

Otro mutante que, sin ser fiel a los cómics gustará a todos es uno al que ya conocimos anteriormente, Mercurio (Quicksilver). Además de contar con momentos como los que ya disfrutamos en X-Men: Días del Futuro Pasado, en esta ocasión además podemos ver algo más de su vida, pasando de ser un atractivo más de la peli a ser un personaje. Por supuesto, no falta escena a cámara lenta con temazo de fondo. Si somos sinceros, en ambas escenas parece más bien que el mutante es capaz de parar el tiempo en lugar de ir rápido. Pero eso no quita que la escena vuelva a ser espectacular. Tan espectacular como la que otro personaje realiza a modo de cameo. Si habéis visto el último tráiler, ya sabéis de quién hablamos. En esta ocasión, obtenemos la representación más fiel al cómic de toda la película. Este cameo gustará a todos de forma unánime. Tanto por el personaje, como por la escena y por la fidelidad al cómic. Piel de gallina. Volviendo al apartado general, como ya decimos, la película es sencilla, tiene un argumento que no da lugar a confusiones y sigue la clásica estructura de presentación de personajes-establecimiento del conflicto-resolución.

Lo peor

Lo que más podríamos criticar es el conformismo de la película. En ningún momento da la sensación de que Bryan Singer quiera superar lo hecho anteriormente, y eso es algo que los fans no podemos perdonar. Siempre queremos más. Y esta película, tristemente, ni intenta ofrecérnoslo. Y a pesar del gran acierto de muchos personajes, otros tantos salen escaldados de la película. El propio villano el que más. Su presencia no impone como debería, ni por su aspecto (a pesar del intento, era incapaz de ver al Apocalipsis de los cómics en el personaje de Oscar Isaac) ni por sus acciones. Apocalipsis es un villano de mucha palabrería. Le vemos alguna muestra de su poder cuando menos falta hace. Tampoco se explica en ningún momento qué es capaz de hacer, pues se nos muestran capacidades de lo más variadas sin ningún dato más. Y, cuando llega la hora de la verdad, este villano ni se mueve. En ningún momento le vemos dar ni un triste golpe a nadie. Perro ladrador, poco mordedor…

Siguiendo el plantel de personajes mal llevados, tenemos a la ya clásica Mística. A riesgo de que me llamen radical de Marvel o fanboy de Marvel Studios, las cosas como son. Se nota cuando detrás hay gente que quiere al producto y cuando hay gente que quiere al dinero. Las exigentes peticiones de Jennifer Lawrence han llevado, en primer lugar, a que esta Mística apenas muestre su verdadera imagen. Y esto es algo que va muy en contra de los principios del personaje. No solo en los cómics, sino también en los ya mostrados en las demás películas. No tiene sentido que, estando en la Mansión X rodeada por los suyos, Mística siga manteniendo su apariencia de homo sapiens. Además, suponemos que por el tirón comercial de la actriz, Mística se convierte en el centro de todo y en la mayor heroína de los X-Men. Ya sabéis, justo como en los cómics…

Por algo parecido pasa la Bestia de Nicholas Hoult, que a penas se muestra como tal. Sin ser una aproximación mala del personaje, sigue sin entenderse que alguien que defiende tan fielmente a los mutantes siga utilizando un medicamento para ocultar su mutación. Por otro lado, sin ser malas representaciones, las apariciones de Tormenta (Storm), Mariposa Mental (Psylocke) y Ángel, nos dejan con ganas de mucho más. Los tres jinetes (sin llegar a identificarse con ninguno de los del cómic en cuanto a muerte, peste, etc.) apenas disfrutan de tiempo en pantalla y no terminamos de ver sus motivaciones para unirse al séquito de Apocalipsis. Es más, no podemos evitar preguntarnos de qué le sirvió tanto entrenamiento a Olivia Munn si a penas tiene ocasión de mostrarlo en sus secuencias como Mariposa Mental. De estos personajes, lo mejor que nos queda es la esperanza de volver a verlos en el futuro de forma más duradera.

Conclusión

No, esta no es la película de X-Men definitiva. Pero no por ello desmerece. La película cumple sobradamente su función de entretener, aunque no nos aporta muchas cosas nuevas. Si acaso, esta es la película más de superhéroes que ha hecho Fox con los mutantes. Por primera vez, el asunto de las mutaciones no es tan crucial como el enemigo al que se enfrentan. Pues no olvidemos que no todas las historias de la Patrulla-X giran entorno a su condición de mutantes. Sin embargo, más allá de eso, hay pocas sorpresas. Casi todos los personajes tienen sus momentos, engrandeciendo la película, salvo alguno que abusa de su tiempo en pantalla (sí, Raven, ese dardo era para ti). En fin, os diré lo que todos queréis saber: la película merece ser vista. Según las expectativas que llevéis os decepcionará un poco o no. Yo las llevé bajas, lo reconozco, y la pude disfrutar bastante. Así que si os gustaron las anteriores películas de los X-Men, esta también lo hará, aunque no esté a la altura de los estrenos Marvel de lo que llevamos de año.