[Crítica] Coleccionable Spider-Man 3: Submundo

Coleccionable Spider-Man 3: Submundo

Coleccionable Spider-Man 3: Submundo

Este Coleccionable Spider-Man 3: Submundo incluye los números del 13 al 17 de la serie original USA, en los que veríamos la marcha del guionista y dibujante Todd McFarlane de la serie que Marvel Comics creó única y exclusivamente para él. Según parece, una diferencia creativa con el editor del momento y el ego desmedido del creador, dieron como resultado una espantada sin retorno que desembocaría en la creación de Image Comics.

Pero antes, McFarlane tuvo tiempo para seguir contando algunas historias de Spiderman que continuaban moviéndose por los rincones más oscuros del Universo Marvel. El guionista y dibujante se fue por la puerta de atrás, pero no sin antes hacer uso de todo aquello que quería usar relacionado con el cabeza de red.

De este modo, vemos primero a Spidey adentrarse en el submundo del alcantarillado neoyorkino para lidiar con una serie de marginados que acaban siendo subordinados de Morbius, el Vampiro Viviente. Como es de esperar, el diseño y dibujo de este vampiro sonespectaculares y terroríficos, siguiendo la línea de lo ya hecho con otros villanos de aspecto monstruoso como son el Duende Verde y el Lagarto (como ya vimos en los tomos anteriores). En esta historia vemos también cómo Spidey recupera, aunque de forma temporal y sin ser el simbionte, el traje negro buscando un poco de camuflaje.

Otra parte destacada del tomo es el crossover que se produce con la X-Force de Rob Liefeld, otro peso pesado de la época para el que también Marvel Comics creó su propia colección. Aquí, vemos al trepamuros y al equipo de Cable enfrentarse al imparable Juggernaut, en una historia intrascendente y llena de hormonas masculinas, principalmente en el número X-Force Nº 4, obra de Liefeld y también incluido en este tomo.

Como curiosidad, y tal y como nos cuentan en la introducción del tomo, en estas páginas vemos a personajes que quizás establecieron la base para lo que después serían Spawn y Violator, dos de los buques insignia del lanzamiento de Image.

Como dijimos antes, en este tomo se produce la marcha de McFarlane, y en lugar de reconducir las cosas, Marvel Comics optó por ceder el control de la serie a alguien que fuese capaz de imitar el estilo de McFarlane de forma continuista. Ese alguien fue Erik Larsen, que asumió tareas de guionista y dibujante para proporcionar historias que no se alejasen demasiado en tono ni estilo a lo hecho hasta ahora. El listón estaba muy alto, tanto en ventas como en calidad, y el resultado fue inferior a lo esperado, manteniéndose los elementos principales pero con una calidad del dibujo a veces incluso grotesca (pobre Mary Jane). Aún así, el trabajo de Larsen tenía sus puntos fuertes, y eso hizo que la serie se mantuviese en lo más alto durante un tiempo más.

De hecho, Larsen nos brinda una gran historia con Los Seis Siniestros como protagonistas, y a los que Spiderman tiene que hacer frente con la ayuda del Motorista Fantasma, Solo, Hulk, Nova, los Cuatro Fantásticos y Deathlok. De esta forma, el creativo consigue dibujar a varios de sus personajes favoritos, creando un team-up al que le sobra acción por los cuatro costados.

En definitiva, este tercer tomo pone fin a una etapa de una de las series más clásicas de Spiderman, abriendo otra etapa en la que se ha querido seguir con la misma fórmula de la gallina de los huevos de oro, pero sin la gallina. Aquí quizás no lo hemos notado tanto, pero será en el próximo tomo cuando definitivamente quede resaltado ese cambio producido por la marcha de McFarlane.