[Crítica] 100% MAX. Furia 1. Mis Guerras Perdidas

100% Max. Furia 1. Mis Guerras Perdidas

Los fans de Garth Ennis saltaron de alegría cuando se enteraron de que el guionista estaba preparando una nueva serie para la línea MAX de Marvel Comics. Tras finalizar su etapa en la recomendable MAX.Punisher, el regreso del autor solo era posible con un personaje y un cómic a su altura, y quién mejor que Nick Furia. Además, Ennis ya estaba familiarizado con personaje gracias a esa Max. Furia de 2006, así que nada mejor que lanzar una especie de continuación atemporal.

Así, Panini Comics nos presenta el tomo 100% MAX. Furia 1. Mis Guerras Perdidas, en formato rústica de 144 páginas que contiene los números Fury MAX #1-6 USA, de un total de, en principio, 13, escritos por Garth Ennis y dibujados por Goran Parlov.

En primer lugar, hay que decir que este tomo, como toda la serie, es una continuación de la anterior MAX. Furia, o no. Está ambientada dentro del Universo Marvel, o no. En realidad no hace falta haber leído la serie anterior para disfrutar de esta, no hace falta saber qué está ocurriendo en el Universo Marvel para entenderla, y ni siquiera hace falta conocer al propio Nick Furia, porque lo que nos cuenta Ennis, y cómo nos lo cuenta, es tan independiente del resto que todo lo anterior, lo actual y lo futuro no importa nada. Y ojo, que hablamos del Nick Furia clásico, del de toda la vida, el de las canas en los laterales de la cabeza, no del clon de Samuel L. Jackson que pulula ahora por ahí diciendo que es su hijo.

La premisa es fácil, sencilla y efectiva. Con el fin de indagar y profundizar en el pasado de uno de los personajes con más trayectoria, pero a la vez con más incógnitas, del Universo Marvel, se nos presenta a un Furia ya mayor realizando unas grabaciones narradas de su pasado, al que se nos traslada directamente a modo de flashback. De esta forma, iremos viendo cómo se las apañó este perro viejo en varios de los eventos bélicos más destacados de la historia mundial, mucho antes de convertirse en Director de S.H.I.E.L.D., comenzando con la independencia vietnamita de Francia en 1954 y el conflicto ocurrido con Cuba en Bahía de Cochinos en 1961. Y es que recordemos que por las venas de Furia corre un suero que retrasa su envejecimiento, conocido como Fórmula Infinito.

100% Max. Furia 1. Mis Guerras Perdidas

Destinado en Indochina como un agente de la CIA apestado por haber ignorado órdenes durante su participación en la Guerra de Vietnam años antes, un joven Furia se ve rápidamente en la situación de tener que ayudar a Francia a mantener la soberanía sobre un pueblo vietnamita que cada vez se lo está poniendo más difícil. Todo ello ocurre mientras se rodea rápidamente de los principales personajes secundarios que le acompañarán durante el resto de la serie: George Hatherly, un compañero sabelotodo y mojigato, pero con ciertas habilidades en combate; Shirley DeFabio, una mujer de armas tomar; y el Congresista Puc McCuskey, uno de esos políticos que es capaz de cualquier cosa con tal de ascender en su carrera. Y cómo no, independientemente de los sucesos que tengan lugar, al final Furia siempre acaba en la primera línea de fuego.

Esta primera historia abarca los tres primeros números del tomo, y sirve para presentar a los personajes y obtener una visión general de cómo era Furia por aquel entonces. Sin duda imponente, bastante confiado, siempre serio, más duro que una piedra, definitivamente decidido, a veces violento e incluso en ocasiones pasota. Así es él, y por eso es por lo que gusta a las personas que le rodean, sea para el objetivo que sea, porque lo mismo vale para un roto que para un descosido.

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En la segunda historia, que abarca los números 3-6 de la serie, como ya conocemos a los personajes y estamos en situación, Ennis va directo al grano. Con la invasión encubierta de Estados Unidos a Cuba, más conocida como la invasión de Bahía de Cochinos, de trasfondo, la CIA interpreta que toda la operación no va a ninguna parte si el líder sigue con vida, así que encargan a Furia que asesine a Fidel Castro. Acompañado de George Hatherly y de otro soldado, Furia se adentra en Cuba para llevar a cabo su misión, mientras se nos muestra también el lado político con Puc McCuskey y su secretaria Shirley DeFabio. Si ya la anterior historia salpicaba mierda por todos lados, esta ya es una bomba de la que no se libra ni el Presidente Kennedy.

Durante todo el tomo podemos ver como se explaya una de las mejores versiones de Ennis que hemos tenido oportunidad de ver. El personaje de Furia parece estar hecho a su medida, y eso sumado a un ambiente bélico y de espionaje como los de antaño (siempre con la amenaza comunista de fondo), en el que el guionista se desenvuelve como pez en el agua, da como resultado una perfecta obra de género que no necesita siquiera hacer referencia a la existencia de superhéroes. Es Marvel, sí, pero Marvel da para mucho más allá de los superpoderes y los supervillanos, y Ennis nos lo demuestra en cada bocadillo de cada viñeta.

Con este marco inmejorable, el guionista aprovecha también para hacer algo que le encanta, que es criticar al sistema establecido, en este caso el que existía por entonces en tiempos de la Guerra Fría. Queda perfectamente retratado el hecho de que no hay buenos ni malos, sino que todo se mueve por intereses, sea en un bando o en el otro, y que llegado el momento solo hay que adaptarse a la situación que se está viviendo. No importan los medios, sino el fin, y poco importa si tienes que deshacerte por el camino del que ayer era tu mejor aliado si así consigues llegar a la meta. Y eso sin contar toda la porquería política, las acciones y las operaciones encubiertas, las traiciones, los “bailes de máscaras”, etc., todo muy presente en esta obra.

100% Max. Furia 1. Mis Guerras Perdidas

Si además añadimos la total libertad que brinda una línea editorial como MAX, que permite la inclusión de violencia, sexo y lenguaje malsonante a raudales, podemos decir que el señor Garth Ennis se muestra desatado para desarrollar todo su potencial, y damos buena fe de que lo hace (mención especial para cierta descripción hecha de Fidel Castro). Eso sí, sin caer en lo gratuito, porque sería muy fácil organizar un festival de sangre y carnicería en cada secuencia de guerra o en cada arrebato de violencia de Furia. Ennis lo narra todo consecuentemente, según lo pide la historia, y mostrando solo lo necesario y de forma realista, pero sin cortarse.

Esto convierte la lectura del cómic en algo ameno y divertido, donde se alternan momentos de acción con momentos de paz y tranquilidad (de los que siempre sospechas por implicar más de lo que parece), y donde siempre estás deseando conocer si lo que va a pasar es lo que te estás imaginando. Una gran ayuda es también que, pese a su rudeza, el Nick Furia de estas páginas es un personaje la mar de carismático, que cae bien a las primeras de cambio, incitando al lector a querer ser su compañero de viaje durante una y mil aventuras.

Y hablando de ayudas, los dibujos de Goran Parlov hacen todo por la historia y más. ¿Cómo se ser sencillo pero a la vez tan descriptivo? Cada vez que echo un vistazo a sus viñetas me lo pregunto. Sin tener nada que ver con un estilo fotorrealista, Parlov detalla tanto las escenas que es totalmente imposible que se escape ningún detalle, y lo hace con unos trazos simples y un estilo particular que encaja a la perfección con este tipo de cómic.

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Su trabajo artístico describe perfectamente el guión de Ennis, curiosamente de una forma extremadamente precisa tanto en las escenas de acción como en las de tranquilidad, e incluso es capaz de hacerlo bien hasta cuando ni siquiera hay diálogos. Porque si algo demuestra Parlov en estas páginas, es que puede dibujar un rostro con una expresión que ya lo diga todo sin necesidad de que le acompañe un bocadillo con texto. Y es que la caracterización de los personajes siempre ha sido uno de sus puntos fuertes, y aquí queda más que demostrado.

¿Qué más se puede pedir entonces? Tenemos un cómic lleno de acción, protagonizado por un Agente de la CIA carismático y ambientado en eventos históricos reales, todo escrito de forma magistral y dibujado mejor si cabe. Así que, resumiendo, si aún no lo tienes y/o no lo has leído, ya estás tardando.