[Crítica] Daredevil: La Mano del Diablo

Por Chemari-Wan Kenobi.

Formato 100% Marvel.

Andy Diggle, Antony Johnston, Roberto de la Torre, Marco Checchetto, Matt Hollingsworth.

Cuando una serie pierde a las firmas estrellas que la han encumbrado a lo más alto, si es un personaje que no es muy popular en este país, si la serie regular sufre retrasos y parones, si cambia a formato tomo… Todo hace pensar que su cancelación está próxima. Y tal vez sea cierto, es muy posible que las ventas de Daredevil en España sean misteriosamente bajas. Y digo misteriosamente porque es una serie de gran calidad, seguramente, de las tres mejores series que puedes leer mensualmente en Marvel. Pero de alguna manera, eso no es suficiente para que Daredevil conquiste al lector español. Una lástima. Una incomprensible lástima.

A pesar de los pesares, Daredevil se va a convertir en pocos meses en un eje importante del Universo Marvel, y el por qué está en este tomo. Ya se veía venir desde hace muchos meses, los planes para Daredevil estaban preparados con mucha antelación. Poco a poco hemos ido viendo como el mundo de Matt Murdock se desmoronabaotra vez, una especie de Born Again de nuevo cuño, pero que iba a llevar al personaje a otro nivel. Murdock está tan machacado que ha cruzado la línea. No sólo se nombró a sí mismo Rey de la Cocina del Infierno y nuevo Kingpin (poniendo en su contra a malhechores, mafiosos, policías, federales…) si no que ahora lidera La Mano. La Mano, sí, el clan de ninjas asesinos más peligroso del planeta. Sabemos que Matt lo hace para asegurarse de que así trabajan para alguien que está del lado correcto. El problema es que nadie está seguro de que Daredevil siga en ese lado. En este número le veremos tomar el mando de La Mano, visitar Japón para poner a los clanes de su parte, enfrentarse a las tropas de S.W.O.R.D. y crear una cárcel en medio de la Cocina del Infierno para los agentes detenidos.

Con ese argumento, ya deberías estar, por lo menos, intrigado y con ganas de más. Y más es lo que ofrece Diggle. Su trabajo sigue la estela de gente como Bendis, dando un toque negro a la serie, muy maduro y oscuro alejado del resto del universo Marvel. La historia en inmersiva, los diálogos ágiles y los nuevos conceptos intrigantes. Una maravilla de trabajo para seguir machacando al bueno de Matt.

Si echabas de menos a Maleev, tal vez el EXCELENTE trabajo de Roberto de la Torre te haga olvidarle. Oscuro, inquietante, dinámico, impresionante… Un trabajo de una altísima calidad. Todo lo que pueda decir es poco comparado con la agradabilísima sorpresa que me he llevado con este grandísimo dibujante. El detalle de algunas viñetas es delicioso, el estilo es (dentro de los cánones de la serie) personal y reconocible. Una delicia que sólo mejora con el color de Hollingsworth.

En resumen: este tomo es una pequeña maravilla.