Traje mecánico para la Mole de X-Men Orígenes: Lobezno que no llegó a usarse

La Mole en X-Men Orígenes: Lobezno

StudioADI fueron los encargados de crear el traje de gordo que llevó Kevin Durand mientras interpretaba a la Mole en X-Men Orígenes: Lobezno. Lo que no sabíamos, es que el estudio llegó a experimentar con un traje mecánico en lugar de un traje normal y corriente. A continuación, Alec Gillis revela detalles y proporciona un vídeo que muestra los experimentos con ese cuerpo mecánico.

WOLVERINE Blob Mechanical Suit Test

Como en cualquier negocio, el nuestro es competitivo. En un espectáculo de alto nivel como X-Men Orígenes: Lobezno, no éramos la única compañía de efectos de personaje para el trabajo. A veces no es la calidad de tu trabajo, o tu precio, o tu peinado lo que influye en la decisión de quién será recompensado con el trabajo. A veces es una idea que agrada al director.

La producción estaba muy preocupada con la Mole. Había dos teorías compitiendo sobre cómo conseguir el personaje. Una aproximación fue poner maquillaje de gordo sobre el actor Kevin Durand, vestirle con spandex verde con marcas sobre él, y crear su cuerpo entero digitalmente. Esto permitiría un control total sobre los menos y la agitación, algo que puede ser un reto en un mundo práctico. La otra idea era crear el traje más móvil y no restrictivo que pudiéramos, y usar digital para que parezca algo real en lugar de crearlo totalmente.

Al final se eligió el práctico, con un retoque digital mínimo. Pero llegar ahí requería un impulso.

Como cobertura ante la potencial rigidez de un traje de cuerpo entero práctica, sugerimos algo con lo que llevábamos años queriendo experimentar: un traje de gordo mecánico. Usando un vestido con mecanismos y cables en él, esperábamos conseguir masas de goma para mover y que pareciese natural. Al director, Gavin Hood, le encantó nuestra forma de pensar tanto como la idea en sí, y conseguimos el trabajo.

Una vez que la producción vio que el traje de gordo no-mecánico funcionaba mejor de lo esperado, (y que necesitaban pagar a unos cuantos titiriteros para interpretar el efecto) decidieron que en realidad no era necesario. Nunca tuvimos la oportunidad de completar realmente el experimento, así que quizás lo retomemos en el futuro.

Pero fue una idea que inclinó la balanza a nuestro favor y aunque perdimos algo de peso, también ganamos alguno.

Fuente: CBM.